lunes, 25 de mayo de 2015

Compositores Clásicos: La Obra de Franz Joseph Haydn - Cuartetos de Cuerda y Otros


"La medida en que la genialidad puede existir en un hombre que es meramente virtuoso, Haydn la tenía. Él llegó tan lejos como permiten los limites que establece la moralidad al intelecto."

                                                               Friedrich Nietzsche


La piedra angular de la obra de Franz Joseph Haydn es la sinfonía, como quedó claro en la entrada anterior. Pero como ya sabrán algunos de ustedes, sus éxitos y aportaciones no se limitan solamente a ésta, hay hasta quien afirma que sus cuartetos de cuerda u obras vocales son de igual o mayor importancia dentro de la historia de la música.

Cuartetos de Cuerda


El genio vienés se volcó en los conjuntos de cámara para sus inventivas composiciones. Resumió valores tradicionales y, sobretodo, fijó los nuevos estándares más tarde conocidos como clásicos. Compuso trios de cuerdas, conjuntos de cuerda con piano e incluso con instrumentos de viento, pero fue con el cuarteto de cuerda con el que el maestro generó una nueva forma y lenguaje que aún se utiliza en la actualidad. La gran dificultad que enfrentó Haydn con el cuarteto de cuerda fue que -a diferencia de la sinfonia, la sonata o la ópera- no existían ejemplos anteriores en los que basarse, así que se puede afirmar que fue el verdadero creador del género.


La idea de asociar cuatro voces solistas viene del barroco, con la sonata a cuatro utilizada por Händel ,por ejemplo. Pero el mérito del compositor fue conseguir el perfecto equilibrio resultante de la tímbrica de los cuatro instrumentos y de la individualidad de cada uno de ellos. En el barroco el cello se limitaba a hacer de bajo continuo.


Compuso 68 cuartetos, los mejores sin lugar a duda son: Op.76. No.3 "Emperor" y No 4 "Sunrise". También destacaremos los Op.50 No.1, 4, 5,  Op.64 No.5 "The Lark", Op.74 No.3 "The Rider".


Conciertos y otros


Los conciertos para instrumentos solistas de Haydn fueron compuestos mayormente en su juventud y muchos de éstos se han perdido. Si se compara con la producción sinfónica o de cuartetos en su período de madurez, es poco significativa.


En su totalidad el repertorio que se conserva consta de once conciertos para órgano o clave, cinco conciertos para lira organizzatas (instrumento parecido al organistrum medieval pero en forma de guitarra), cuatro para violín, dos para cello, uno para trompa y otro para trompeta. Existen más conciertos atribuidos a Haydn, pero la dudosa autenticidad de éstos los excluye de la lista.


Destacaremos el Concierto No.1 para cello, el Concierto para Trompeta Hob.VIIe:1 y el concierto para Trompa Hob.VIId:3.

Quiero hacer mención en este apartado de la composición religiosa a "Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz", inicialmente ideada para un cuarteto de cuerda y posteriormente convertida en un oratorio -con meditaciones escritas por el propio compositor- y finalmente publicada para orquesta. Una de mayores obras maestras de Haydn. Recomiendo encarecidamente la interpretación dirigida por Jordi Savall.


Sonatas para Teclado


Ensombrecidas por el peso descomunal de las sonatas para piano del virtuoso Mozart y, sobretodo, del heroico Beethoven, las composiciones del maestro vienés han quedado en la sombra para el público medio.


Probablemente enfocadas hacia la exploración teórica, las 62 sonatas para teclado que compuso, partiendo inicialmente del divertimento, no suponen un gran avance en la técnica y expresividad del género, pero son un buen ejercicio de estilo Haydniano.

Las más destacables son la No.59 XVI:49 y la No.32 Hob.XVI:32. Las variaciones en fa menor son también remarcables.


Obra Vocal


Después de la composición de sus primeros oratorios -"Las siete últimas palabras" y "Il ritorno di Tobia"- y quedando totalmente fascinado con la representación de "Israel" y "El Mesias", de Georg Friedrich Händel en el festival Händel celebrado en la Abadia de Westminster en 1791, Haydn compuso sus dos últimos oratorios: "Las Estaciones" y "La Creación; piezas capitales del género con las cuales Haydn mantuvo viva la forma del Oratorio, prácticamente olvidada en el clasicismo.

La creación es, concretamente, considerada como la culminación del genio Haydniano.


Para la música sacra, la segunda mitad del siglo XVIII fue una época de sequía, aunque gracias a las aportaciones de Haydn a ésta no quedó un vació total de música religiosa. En total compuso 14 misas, de las cuales la más importantes es la llamada "Nelson Mass" seguida de las "Mariazeller Messe" y "Missa Sancti Nicolai".


Su producción de cantatas -tanto sacras como seculares- no fue muy asidua ni en el compositor ni en el propio clasicismo. Aún así compuso una cantidad notable de ellas. Las más importantes son las llamadas"Arianna a Naxos", "Berenice, che fai" y "Qual Dubbio Ormai".


Aparte de todas las obras vocales mencionadas compuso 50 lieds para voz y piano, de los que destacan los 24 lieders alemanes, 14 canzonette inglesas y una docena de óperas italianas compuestas al servicio de los Esterházy, aunque estas últimas son poco importantes y apenas forman parte del repertorio operístico actual.



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