• Hay que estar bien alerta con todo intento de enmarcar un conflicto como es en este caso el de género, especialmente si se trata de uno con apariencia progresista.
  • La trabajadora actual vive en un mundo globalizado, víctima de la precariedad laboral y solo pudiendo sentirse parte de un proceso económico, sin una identidad cultural a la que aferrarse.
  • El sexo, el género, binario o no binario, fluido... tras el auge de luchas como la feminista o por la libertad sexual, muchas han sido las realidades de este tipo que se han puesto sobre la mesa.
  • Es importante retener 2 concepciones de la naturaleza del ser humano, la social, que constituye la base de la educación, y la política, que contribuye a la extensión de susodicha educación; porque, son 2 elementos fundamentales en la construcción y salud del sistema democrático.

viernes, 30 de mayo de 2014

Los mejores inicios de novelas


El inicio de una novela siempre ha sido motivo de satisfacción para los lectores y de quebradero de cabezas para escritores. Hoy quiero comentar algunos de los que más me han fascinado y que inevitablemente releo y releo.




Un buen párrafo inicial debe cautivar al lector, sumergirle en la historia y muchas veces también es una declaración de intenciones de lo que nos vamos a encontrar en el resto del libro. Si con esos primeros pasos el lector ya se ha interesado por la novela, todo lo demás es cuesta abajo.


Aquí están algunos de mis favoritos:


Lolita – Nobokov

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.

El extranjero – Camus

Hoy, mamá ha muerto. O tal vez ayer, no sé. He recibido un telegrama del asilo: “Madre fallecida. Entierro mañana. Sentido pésame”. Nada quiere decir. Tal vez fue ayer.

La metamorfosis – Kafka

Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto". Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza, veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. 

Cien años de soledad – Gabriel García Márquez

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.

Pregúntale al Polvo - John Fante

Cierta noche me encontraba sentado en la cama de la habitación de la pensión de Bunker Hill en que me hospedaba, en el centro mismo de Los Ángeles. Era una noche de importancia vital para mí, ya que tenía que tomar una decisión relativa a la pensión. O pagaba o me iba: es lo que decía la nota, la nota que la dueña me había deslizado por debajo de la puerta. Un problema relevante, merecedor de una atención enorme. Lo resolví apagando la luz y echándome a dormir. 

El guardían entre el centeno - J.D. Salinger

Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida privada. 

Y claro, Cervantes

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. 



¿Mi debilidad? Probablemente Camus.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Sorgo rojo (Hong gao liang, 1988) de Zhang Yimou




"La abuela y el abuelo se amaron rodeados por la vitalidad del campo de sorgo: dos almas indomables, que se negaron a someterse a las convenciones corrientes, quedaban más fundidas aún que sus cuerpos en éxtasis"

Sorgo Rojo (Mo Yan) 



Una joven y bella mujer (Gong Li) es enviada por su padre hacia el campo para convertirse en la esposa de un viejo enfermo de lepra. El hombre es propietario de una bodega de vino de sorgo, y tras su muerte la protagonista se encargará de su gestión junto a los demás empleados, uno de los cuales se enamorará de ella. 


Sorgo rojo fue el debut como director del hasta entonces fotógrafo y actor Zhang Yimou. Además, también supuso la irrupción de Gong Li, actriz que seguiría colaborando con Yimou en sus siguientes trabajos y que se ha convertido en una de las referencias interpretativas del continente asiático. Sin duda fue un debut sonado, pues la película se hizo con el Oso de Oro del Festival de Berlín de ese año y recibió grandes críticas a nivel internacional.

La historia se basa en una obra de Mo Yan, y trata el romance entre dos jóvenes dentro del contexto anteriormente explicitado. El filme nos es narrado por el nieto de los protagonistas, al que no llegamos a ver en ningún momento. 


En su ópera prima, Yimou ya avanza los que serán los liet motiv de su obra: Historias ubicadas en los principios de siglo XX y en un entorno rural, referencias y reivindicaciones políticas e históricas, el predominio de romances tratados con una sensibilidad extraordinaria y un uso del color realmente exquisito, con la preeminencia de los tonos rojizos.

Precisamente en este punto debemos hacer un cierto hincapié. Yimou mezcla los rojos del vino, la sangre y los tejidos con los colores que se hallan en sus paisajes, bien sean los marrones arenosos o los verdes del campo de sorgo. Así, el cineasta chino consigue crear escenas de enorme poderío visual que resultan una constante en su obra.


Pese a todos los aspectos positivos que venimos comentando, Sorgo rojo también tiene sus deficiencias. Yimou no parece plenamente seguro de su temple narrativo, hecho que juega en contra del filme, especialmente en un tramo final que resulta hasta cierto punto precipitado. Además, el romance que aquí se nos describe no resulta tan convincente ni mucho menos tan emotivo como otros que presenciaríamos a posteriori con joyas como Ju Dou: Semilla de crisantemo (Ju Dou, 1990) o la magistral El camino a casa (Wo de fu qin mu qin, 1999), entre otras.

Pese a ello, no podemos dejar de apreciar muy positivamente esta cinta, pues posee el ADN de su realizador y ello garantiza un espectáculo visual y emocional al alcance de muy pocos. 






martes, 27 de mayo de 2014

Banda aparte (Bande à part,1964) de Jean-Luc Godard




"Arthur, no dejaba de mirarse los pies mientras piensa en ellos. Odile se preguntaba si los dos chicos se habían dado cuenta del movimiento de sus pechos bajo el jersey y Franz pensaba en todos y en nadie"



Franz (Sami Frey) y Arthur (Claude Brasseur) se sienten atraídos por Odile (Anna Karina), una inocente joven con la que han coincidido en una academia de inglés. Al descubrir que ésta trabaja en una casa de la aristocracia, convencen a la muchacha para que les ayude a robar en el domicilio.


El movimiento conocido como Nouvelle Vague surgió como la respuesta de unos jóvenes cinéfilos a la comercialización del séptimo arte en los Estados Unidos. A partir de esta premisa, nació una oleada de cineastas en Francia (poco después el movimiento se expandiría a muchos otros países: Japón, Checoslovaquia...) que deseaban crear un arte más libre y personal, alejado de todo convencionalismo en la estética y las formas.

Pues bien, de entre todos los autores que capitalizaron este movimiento, sin duda el más representativo y fiel a aquello establecido en sus inicios fue Jean-Luc Godard, un autor controvertido, único y difícil que todavía hoy genera fuertes discusiones entre fans acérrimos y detractores. 


Banda aparte es una película perfectamente fiel al movimiento. Libre y alejada de convencionalismos, se muestra rompedora desde su inicio, con unos títulos de crédito en los que vemos un collage formado por los protagonistas y el título de la cinta. A partir de ahí se desarrolla una trama inspirada libremente en la novela Fool's good de Dolores Hitchens.

La película, que posee cierto aire cómico y tintes de cine noir, funciona como sentido homenaje de un cinéfilo más -Godard- hacia el género policíaco de serie B. Pero lo más interesante de la misma son la innovaciones formales que el autor introduce en ella. 


Además del peculiar uso del montaje, hay que destacar: la introducción y desaparición del narrador, los subargumentos clásicos del género que no duran más de un minuto y que sirven únicamente para alejarse temporalmente de la trama e incluir nuevas ideas o cuestiones en la misma, la escena en un bar de París en la que Godard corta todo sonido durante prácticamente un minuto y en la que los tres protagonistas bailan al sonido de una música que se ve interrumpida por el anteriormente citado narrador, etc.

Otro elemento notable en Banda aparte son las primeras alusiones políticas dentro de la filmografía de Godard, elemento que años más tarde se convertiría en el eje central de su cine.

Sea como fuere, aquellos que amen la Nouvelle vague adorarán Banda aparte y aquellos que nunca la han visto con buenos ojos la detestarán y la acusarán de pretenciosa. Juzguen ustedes mismos, ¿nuestra realidad? Ni una cosa ni la otra. 






lunes, 26 de mayo de 2014

Gjazz aka Bobby P - LIFT Vol. 1


El nivel de los productores de este estado cada vez es mayor, lo hemos visto crecer casi de forma exponencial, en apenas una década ha dado un salto cualitativo brutal. Siempre hemos ido a remolque de USA e incluso otros países de nuestro propio continente, sea UK, Francia, Alemania o Italia según el momento y el género, sin embargo, parece que hay cierta manía en denostar lo nuestro e idolatrar lo ajeno, no estamos al nivel general de creación e influencia de los países mencionados pero en ocasiones les jugamos de tú a tú, y eso, también hay que decirlo. Estoy hablando de hip hop pero es totalmente extrapolable a muchos otros palos. Es por esto que quiero dedicar un tiempo y un espacio a comentar mis sensaciones respecto a un trabajo made in Spain del que podemos sacar pecho.

LIFT Vol. 1 es el último trabajo hasta la fecha de GJazz aka Bobby P, el productor de MDE Click. El pasado 9 de mayo publicó esta referencia que bien podría ser un EP en su Bandcamp. Contiene 7 tracks instrumentales de un tinte atmosférico muy apetecible al esperar que llegue verano. Todos ellos están compuestos y producidos por él mismo, al margen tan solo encontramos a la guitarra de Isaac Killian en el primer tema, Oakland.

El mastering corre a cargo de Miguel Grimaldo. En cuanto al artwork, es obra de Dalia Rodríguez y Don Sage, fotografía y handmade respectivamente.

Para ser sincero lo pillé tarde, llegué a leer en Twitter la publicación del trabajo pero no era el momento, no me llamó suficiente la atención, no sé exactamente las razones por las que lo obvié pero la cuestión es que lo hice. Tres días más tarde, alguien a quien debo respetar compartió de nuevo uno de los temas, digo que debo respetarle porque no logro recordar quién fue pero llegué a clicar sobre el enlace para entrar en el bandcamp y escuchar unos segundos a pesar de la mala impresión que me dio la portada. Ésta me pareció -aunque cada vez me lo parece menos- muy simplona, comprendo que hay un trabajo detrás y hay que valorarlo pero lo cierto es que me sabe a portada de maqueta de HHGroups. No querría ofender a los autores pero las fábricas abandonadas y líneas fluorescentes que recorren la imagen no son nada nuevo. Al final acaba siendo la carpeta de la UPC de hace 3 años encima de un fotograma del Basement Series de Erik Urano.

Así fue el proceso:

Fotografía Original                                          Boceto Digital                                                Resultado final

Portada al margen, el primer volúmen de LIFT es genial.

De los siete ambientes que nos regala el de Miranda destacaría especialmente dos. Me flipa de principio a fin, creo que es muy completo, que son siete canciones en una misma línea pero diferentes entre sí, no sé si me explico, y eso no es algo que todo el mundo sea capaz de hacer a pesar de que suele ser uno de los objetivos.

No puedo permitirme no resaltar el primero y el tercero de los temas, el más corto y el más largo si no fuera por Penthouse. Oakland abre el trabajo y no podía ser de otra forma, surge del silencio, se oye desorden pero a los veinte segundos aparecen cinco notas en un sintetizador que pone cada cosa en su lugar y me suena a Paper Trails, salvando las distancias, pero Bobby se convierte en Nicolas Jaar durante casi cuatro minutos mientras que los punteos de Isaac Killian -el guitarrista con el que lo hemos visto en alguna otra ocasión, en Sunset del Mayhem de Dope Galante & Bobby P, por ejemplo- se ponen en el lugar de los que desprende Dave Harrington para formar DARKSIDE (aparece en nuestro TOP Discos de 2013).

Es en el tercer track donde podemos oír la otra de mis canciones favoritas en LIFT, Almost made u love me son siete minutos de comodidad, que son siete minutos pero podrían ser veinte y no me quejaría. Es un tema alegre, quizás el más animado, pero sin perder la atmósfera melancólica y otoñal que une al resto de las canciones. Además, es la única canción a la que le pillo el sampleo y porque es más que evidente, no porque yo sea ningún genio. La dulce voz de Brandy en Almost Doesn't Count es el brillante de este tema, back to 1998.

Éstos son los que más sobresalen pero R.Y.A.N., la conexión entre ambos, está a la altura de las circunstancias, las tres primeras canciones en su conjunto, los primeros dieciséis minutos, son los mejores, sin perjuicio de los dieciocho restantes.

Podéis reproducirlo directamente aquí y entrar en Bandcamp para adquirir la versión digital en alta calidad por tan solo 2 eurillos.









PD: No se nos ha pasado por alto que esto es lo que suena de fondo en el vídeo en el que se explica y presenta la expo "In Hoc Signo Vinces, per aspera ad astra" de The Art Warriors.

domingo, 25 de mayo de 2014

Locura y arte: el lado más oscuro de Goya

Tanto la locura como el arte son dos dos conceptos realmente difíciles de definir. A lo largo de la historia han tenido distintos significados e interpretaciones y se han visto influenciadas por la sociedad. Muchas veces se han puesto en relación, quizás por la famosa imagen de los artistas, inspirados por las musas, o por aquello que dicen de que todos los genios están locos. La creación artística, mucho antes de ser un proceso físico, lo es mental. Todo lo que se encuentra en la cabeza del artista se ve reflejado de una manera o de otra en sus obras. Como ya dijo Cosme El Viejo 'Cada pintor se pinta a sí mismo'

Desde Platón, la locura se entenderá en cierto modo como un mecanismo necesario para la creación artística ya que 'la vista de un cuerpo bello suscita el ardiente deseo de la belleza divina y es cuando las personas inspiradas son llevadas a un estado de locura divina'. La mitología clásica también se encargaría de reflejar la locura, siempre como algo transitorio, relacionado con Dionisios, el dios del vino, las mujeres y el caos. El dios en sí produce locura en su séquito, pero él se mantiene impasible. Por eso será el origen de aquellas que le rinden culto, como las ménades o las bacantes, representadas en un baile desenfrenado, con los ojos fijos, en una estado de trance. También estuvo conectada con criaturas mitológicas y sobrenaturales como los sátiros, bestias relacionadas con la embriaguez y la naturaleza. 


Fauno Barberini 

Más adelante, Erasmo de Rotterdam, defendería la locura como clave para alcanzar la felicidad, al contrario que la sabiduría, criticando el estilo de vida que solían llevar los filósofos. Durante la Edad Media la locura se presenta como oposición a lo establecido y en relación con aquellas personas que se comportaban de forma irracional y que atentaban contra las ideas de la Iglesia. La locura es infringir las normas y hacer acusaciones sobre la sociedad. Es una lucha interna entre lo establecido, la marginación y la enfermedad. Un artista que reflejo estas ideas fue El Bosco, que pensaba que la locura y el pecado eran el destino natural del hombre, así como el infierno. 


El jardín de las delicias

Cualquiera viene informado sobre lo que ellos son
se mira por bien en el espejo de los locos
si uno bien se refleja, toma por verdad
lo que no debe tenerse por sabiduría,
presumir de sí mismo sin tener:
no existe de hecho ninguno al que no falte algo
o que pueda decir sinceramente
que es sabio y no un loco

Narragoniem o el “País de los locos”





La extracción de la piedra de la locura. El Bosco

La trepanación era una práctica común en la Edad Media (y hasta hace relativamente poco) para 'curar' la locura

Ya en el Renacimiento la locura se disfrazó de la llamada 'melancolía'. Según la teoría de Hipócrates, el médico griego, el cuerpo se dividía en cuatro fluidos, llamados humores: bilis negra, bilis, flema y sangre. Cada persona tenía uno de ellos en mayor cantidad que el resto y eso definía su temperamento. Además estaba relacionada con una época del año, un parte del cuerpo, un elemento de la naturaleza y un oficio Justo la flema negra o 'melancolía' respondía a un carácter abatido, somnoliento o depresivo. Esta teoría estuvo vigente durante toda la Edad Medía y en épocas posteriores. En un libro publicado en 1531 llamado De oculta philosophia (La filosofía oculta) el autor distingue tres tipos de melancolía. Una de ellas es la imaginativa, propia de artistas, arquitectos y artesanos.


La Melancolía. Grabado de Durero 

Llegados a este punto, pasamos de hablar de la representación de la locura en el arte y nos centramos en los artistas que han sufrido algún tipo de enfermedad mental, ya sea por datos reales o por lo que se sabe a través de sus obras. Será ya en el siglo XIX cuando la locura se defina como una enfermedad, lo que conlleva a la creación de los hospitales psiquiátricos. Pero no será hasta el siglo XX cuando la psiquiatría alcanzará cotas verdaderamente altas respecto a investigación y estudio. Se empezaron a analizar las obras y comportamientos de todo tipo de personajes, que quizás anteriormente ya habían llamado la atención. Los pintores no se quedaron fuera, ni muchísimo menos. Durante las vanguardias distintos artistas se inspiraron en dibujos que hacían algunos enfermos de esquizofrenia e incluso los propios enfermos se convirtieron en artistas, como cuenta este estupendo artículo de JotDown.

Dicho esto, quiero centrarme en un artista en concreto: Goya. Todos sabemos de los problemas mentales de pintores tan famosos como Van Gogh o Dalí. Es sabido que el primero estuvo en un manicomio, se corto una oreja y acabó con su propia vida y que el segundo tenía numerosos traumas, una relación tormentosa con su padre y una fobia al sexo y a las mujeres. Pero Goya no es un caso claro, hay muchas hipótesis acerca de lo que ocurría dentro de su cabeza. Sufrió una enfermedad, la cual le dejó sordo y que pudo repetirse hasta en tres ocasiones (1793, 1808 y 1812). Numerosos estudios han examinado los síntomas descritos (adelgaza­miento, palidez, abatimiento, vértigos, tristeza, olvidos, cefaleas, estu­por, manía, melancolía y delirios alucinatorios) y consecuencias de dicha enfermedad, y aunque algunos han señalado únicamente problemas físicos, otros han señalado enfermedades mentales. 


Primeramente porque se han puesto en relación los problemas de audición y ciertas enfermedades mentales (al igual que Goya, Beethoven se quedó sordo y era conocido por su extraño carácter) Así mismo, se dice que esta enfermedad que atormentó al artista podía ser un principio de psicosis esquizofrenia o paranoia, algo que se puede confirmar en cierto modo por algunas cartas conservadas. También se ha dicho que pudo tener depresiones e incluso ciclos bipolares. Además, se han encontrado documentos donde se demuestra que dos parientes cercanos a Goya estuvieron ingresados en el 'área de locos' de un hospital de Zaragoza cuando el artista tenía 18 años.

Se conservan 19 obras donde Goya muestra de forma directa la locura, como por ejemplo una llamada Corral de locos, donde podemos ver reflejado un conocimiento directo de las salas de los hospitales. Estas escenas son increíblemente realistas, posiblemente tomadas de lo que vio en sus visitas al hospital.



Trás el episodio de esa extraña enfermedad en 1793, pintó tres series de cuadros relacionados con el misterio, la brujería, la noche e incluso la tortura. Antes de esto destaca un cuadro en el que se representa una escena de El hechizado por fuerza, obra teatral de Don Juan de Antonio de Zamora, en la que un hombre intenta que no se le apague una vela pues cree que si lo hace, va a morir. El miedo a la muerte desde un personaje terrorífico aparece en numerosas obras de Goya. 






Despúes vendrían lienzos como La cocina de los brujos, Vuelo de brujas y El conjuro. En estas obras hay una importancia de las luces y las sombras. También podemos ver temas de asesinatos, violaciones y canibalismo, claramente relacionados con Los desastres de la guerra.


Vuelo de brujas


Bandido asesinando a una mujer

En la vida de Goya hubo otro suceso sumamente importantes para su salud física y mental: la Guerra de la Independencia y todo lo que vio a causa de ella. Tras el conflicto, además de los famosos cuadros del 2 y 3 de mayo, realizó una serie de grabados llamada Los desastres de la guerra, en la cual se pueden ver horribles escenas que el mismo Goya presenció o le contaron. Los desastres de la guerra es un espantoso retrato de la guerra y de lo que el hombre puede llegar a hacer. En mi opinión, un manifiesto antibelicista en el que Goya ruega que no se vuelva a repetir nunca algo así.
Y no hay remedio


Escapan entre las llamas


No quieren


Y no son fieras

Pero quizás la culminación de este aspecto tan oscuro de la pintura de Goya y la clara representación, no de lo que vio de la enfermedad, sino de lo que vivió, llega con sus famosas Pinturas negras (1819-1823). Este es el nombre que reciben los 14 murales que realizó en su casa, la Quinta del Sordo, durante los últimos años de su vida, antes de irse a Francia. Las escenas se realizaron encima de paisajes anteriormente pintados, y a las que en ningún momento puso nombre. 

Según las normas de la época las pinturas tenían que tener relación con la estancia donde se encontraban. Goya, con cierto humor negro, pintó por ejemplo Saturno devorando a sus hijos y Dos viejos comiendo sopa en el comedor, además de Judit matando a Holofernes, historia bíblica en la que Judit asesina al otro personaje tras un banquete. Desde otro punto de vista, la planta baja, la que tiene menos luz, guarda las pinturas más oscuras. En ellas están muy presentes la muerte, la vejez e incluso la decadencia sexual. 


Saturno devorando a su hijo

En la segunda planta hay obras de distintos temas pero no se consigue encontrar una línea argumental, ni siquiera confrontaciones temáticas. Las figuras de estas pinturas suelen aparecer desplazadas del centro, de la masa, como en El perro. Hay escenas de brujas como en El Aquelarre o de violencia como en Duelo a garrotazos. Se desarrollan por la noche, en la ausencia de luz, donde muere el día. Se crean escenas pesimistas, llenas de misterio. Las expresiones de los personajes aparecen con los ojos y las bocas muy abiertos, con expresiones grotescas. Se muestran los aspectos más desagradables de la vida y del ser humano, sin ningún tipo de reparo. 



Duelo a garrotazos 



El aquelarre


Después de este análisis, nos sigue pareciendo un misterio la naturaleza de la enfermedad del pintor, pero lo que está claro es que su producción cambió profundamente, lo que significa que algo importante cambió en su mente. Algo que quizás le venía con el ADN. En mi opinión creo que Goya, claramente, se podría incluir en esa lista de 'genios y locos'. 

sábado, 24 de mayo de 2014

Satiricón (Fellini Satyricon, 1969) de Federico Fellini




"El negocio del cine es macabro, grotesco: es una mezcla de partido de fútbol y de burdel"


Federico Fellini


En la Roma del siglo primero después de Cristo, dos jóvenes llamados Encolpio (Martin Potter) y Ascilto (Hiram Keller) se disputan la propiedad de un apuesto esclavo, de nombre Gitone (Max Born). El niño -Gitone no es más que un adolescente- elige a Ascilto, hecho que lleva a Encolpio a emprender un viaje en busca de aventuras y un nuevo amor. 


Adaptando libremente el relato clásico de Petronio, Fellini presenta con Satyricon su película más extraña, confusa, desbordante y también exuberante. Podemos decir, pues, que en Satyricon encontramos al Fellini más desmelenado o, valga la redundancia, al más Felliniano.

La película se divide en veinticinco episodios distintos que apenas presentan conexión entre sí, más allá de la presencia de los dos protagonistas. Las constantes apariciones de personajes pintorescos, escenarios patéticos y referencias sexuales acaban por resultar agotadoras.


Y es que, mientras que la película es una buena representación de la antigua Roma, la evocación sexual de la que trata de impregnarla Fellini y las reflexiones hedonistas que nos son expuestas a lo largo del filme resultan demasiado reiterativas. Las virtudes reales de este filme tienen más que ver con el excelente trabajo de fotografía de Giuseppe Rotunno -quien ofrece unos conmovedores y brillantes tintes a la escenografía de Fellini- y a la fiel representación histórica que envuelve todo el filme. 

Más allá de estos puntos, la película goza de una fama excesiva, pues resulta discreta en todos los ámbitos. Carente de la profundidad argumental y la hiriente crítica social de otros trabajos del director como La dolce vita (ídem, 1960) o Fellini ocho y medio (Otto e mezzo, 1963), podemos decir que éste es un trabajo fallido por parte de uno de los mayores pilares del cine italiano.

Pese a ello, su carácter provocador y los destacables elementos formales anteriormente citados recomiendan un visionado de la misma, teniendo claro que se está ante un trabajo menor de Fellini.






viernes, 23 de mayo de 2014

Lost, el fenómeno televisivo del siglo XXI


Hoy hace 4 años se emitió el último capítulo de Lost. Capítulo del que hoy todavía se habla y se seguirá hablando muchos años más por su desacertado o enigmático final. Fobias aparte, la serie de JJ Abrams rompió moldes y creó toda una legión de fans en todo el mundo haciendo elucubraciones sobre los números, el humo negro y los osos polares.


Lost se estrenó el 22 de septiembre de 2004 en el canal ABC consiguiendo una audiencia de casi 19 millones de espectadores, dicho capítulo fue el piloto más caro de la historia de la televisión hasta ese momento con un coste de 11 millones de dólares. La historia de la serie es conocida por todos: en el vuelo 815 de Oceanic Airlines de Sidney a Los Ángeles, un Boing 777 se estrelló en una misteriosa isla en medio del Pacífico que no aparecía en los mapas. Los supervivientes de ese accidente pronto verán que aquella isla no es como las demás y que en ella ocurren fenómenos paranormales.

La serie cuenta no con una estructura líneal de los acontecimientos, los flashbacks son muy utilizados durante todas las temporadas, también los flashforwards en la segunda mitad de la serie e incluso los flash sideways en la sexta y última temporada. Es difícil pensar en una serie contemporánea en la que tantos misterios se sucedan y en algunos incluso no haya explicación. Esa es probablemente uno de los filones de la serie, el saber qué pasará en el siguiente capítulo, pues todo está abierto. Al más puro estilo telenovela vamos.


La serie llegó a un punto de adulación y, por qué no, de frikismo que no se ha vuelto a ver, quizá Breaking Bad podría pisarle los talones. Durante la emisión de la serie, surgieron los autodenominados “Losties”, nombre surgido de los Trekkies, fans de la serie Star Trek, cosa que nos da una imagen de la magnitud de la ficción creada por JJ Abrams. Estos fans incondicionales de la serie veían los capítulos una y otra vez para ver si se les había pasado algo que pudiera ser clave para descifrar el entramado de la serie, compraban merchandising de la inciativa Dharma y debatían sobre si Jack o Sawyer y sobre si Locke o Linus. Incluso se creó una wikipedia sobre Lost, la llamada Lostpedia.

Frikis a un lado, es digno de un estudio sociológico todo lo que movió la serie durante sus 121 capítulos y especialmente durante los últimos. La cadena Cuatro, consciente de que la mayoría de Losties veían la serie por Internet, decidió emitir el último capítulo con sólo media hora de retraso que en Estados unidos para poner los subtítulos. Así que ahí estábamos la madrugada del 23 de mayo de 2010 en nuestras casas con litros de café, siendo testimonios de un acontecimiento televisivo. Hay que decir que incluso se habilitaron cines en España para que se pudiera ver el final de Perdidos.

Resultado: fracaso estrepitoso. Un final que no dejó indiferente a nadie y que es, para muchos, uno de los peores finales de la historia de la pequeña pantalla. Cuatro tampoco se salvó de la quema pues hubo 6 minutos que quedaron sin subtítulos, cosa que produjo la ira de los seguidores en las redes sociales. Pero el fracaso de Cuatro siguió más adelante, inmediatamente después del capítulo final, reunieron a unos ilustres invitados en un plató para que expusieran sus impresiones del capítulo. Entre esos ilustres invitados se encontraba Flippy del Hormiguero. Quizás mi memoria me juega una mala pasada después del enfado del capítulo final, pero aquella fue la peor tertulia que he visto en mi vida.



Cuatro años después de aquel último capítulo, es innegable la influencia que ha tenido Lost en la cultura popular y pese a aquel final (en mi opinión, poco concluyente), todos los que nos levantamos temprano para verlo sabemos que, para bien o para mal, fuimos testigos de la historia de la televisión.

jueves, 22 de mayo de 2014

La fiera de mi niña (Bringing Up Baby, 1938) de Howard Hawks




¿Cómo es posible que le ocurran todos estos disparates a una misma persona?



David Huxley (Cary Grant) es un tímido paleontólogo que está a punto de terminar una reconstrucción del esqueleto de un brontosauro y de casarse con su secretaria. Para concluir su proyecto necesita un mecenas, por lo que acude a una partida de golf con el abogado de una millonaria. Allí conoce a Susan Vance (Katharine Hepburn), una joven impulsiva y caprichosa que no dejará de hacerle la vida imposible.


Alocada comedia con un ritmo arrollador que se ha convertido en un clásico entre los clásicos dentro del género de la screwball comedy. Las disparatadas situaciones en que se encuentran los protagonistas -lidiar con un leopardo, encontrar un hueso milenario enterrado por el perro de Susan, etcétera- parecen destinadas al absurdo, pero Hawks consigue dotarlas del más simple realismo, convirtiendo esta irrefrenable aventura en un duradero referente en el que todavía hoy los guionistas y cineastas cómicos se inspiran.

Pese a que La fiera de mi niña resultara un fracasó de taquilla en su día, no cabe duda de que el tiempo ha jugado a su favor, pues hoy es considerada unánimemente como una de las mayores obras maestras del cine estadounidense. El gran cómico Harold Lloyd, por ejemplo, declaró que ésta era la comedia mejor construida de la historia.


No le faltaba razón; Hawks impregna a la narración el ritmo frenético pero racional adecuado, el guión está repleto de líneas brillantes y las maravillosas interpretaciones del dúo protagonistas se ven perfectamente acompañadas por un notable elenco de secundarios. 

El desenlace del filme puede resultar previsible, tratándose de una comedia romántica clásica. Los antagónicos protagonistas, que han mantenido una relación de amor-odio durante toda la película acaban abrazados en lo alto de la grúa del museo. Eso si, a sus pies, el enorme brontosauro al que David a dedicado cuatro años de trabajo, se derrumba. 


Son muchos los momentos destacables de La fiera de mi niña: El primer encuentro en el campo de golf, la cena con la tía Elizabeth en la que David no pierde de vista a George (el perro), la tremenda confusión que lleva a buena parte de los personajes a la cárcel....

Poco más se puede añadir, hablamos de una de las comedias más influyentes de la historia del cine cómico, por lo que debemos animarles a pasar un rato delicioso con un filme inolvidable.






martes, 20 de mayo de 2014

Música Romántica: Auge del expresionismo musical


El romanticismo en la música surgió a principios del siglo XIX, un poco más tarde que en los demás artes. Se considera que hoy en día aún hay músicos románticos. Al movimiento se le puede reivindicar como el redescubridor de la música del pasado. Algunos afirman que es el periodo en el cual hubo más músicos notables.

El músico romántico idealizado vive en un desgarramiento continuo y a menudo sólo puede transmitir un clima de angustia y de lucha. Éste rechaza las limitaciones de las convenciones clásicas, la originalidad y su instinto crean procedimientos de expresión personales en constante evolución. 

En este periodo se desarrolla el sentido de la musicalidad del lenguaje; los compositores buscan una expresión musical que realce el valor de la palabra y su sentido profundo.

Gracias a esto se alcanza la más alta expresión del Lied y la Melodía, formas poético-musicales de carácter nacional perfeccionadas a partir del canto acompañado, el primero marcado por las cualidades del arte alemán y la segunda por el genio francés. Tales formas fueron notablemente explotadas por Schubert, Schumann, Fauré y Dopare entre otros.


En el campo de la música instrumental la naturaleza se convierte en la gran inspiración, el mejor ejemplo de ello es la Sinfonía Pastoral de Beethoven.

Los instrumentos son perfeccionados hasta llegar prácticamente a su forma actual, aunque el que dominó en este tiempo fue el piano y la mayoría de compositores dominaban su técnica y lo utilizaban para componer sus obras. Poco a poco se produjo una creciente demanda de pianos para el hogar, lo que reclamaba nuevas composiciones cortas adecuadas para tocar en casa.

El número de sociedades sinfónicas aumenta considerablemente y estas empiezan a adquirir renombre. La figura del director de orquestra es cada vez más importante.


En los conjuntos de cámara, la forma más popular fue el trío para piano y los cuartetos, quintetos y otros conjuntos para cuerdas o con piano no fueron tan utilizados.


La Sinfonía es la personificación más clara de la imaginativa liberal de los compositores románticos, la forma musical capital. En este momento histórico trata de superar las barreras formales anteriores para volverse grandiosa.



Otro gran género orquestal que se realza es el concierto, lo que favorece al desarrollo del virtuosismo. Concretamente, el concierto más popular fue el de piano, aunque no se escribieron muchos. Lo mismo ocurre con el de violín, no se llegaron a componer muchos, y aún menos para otros instrumentos como el cello o para varios de ellos a su vez como el triple concierto para piano, violín y chelo de Beethoven.


Pero aparte de estos cambios en los géneros que ya llevaban décadas o incluso siglos de evolución, aparecieron el poema sinfónico y la obertura. El primero (creado por Franz Liszt) tiene su origen en la segunda. La intención de ambos es descriptiva, ya sea con un sentimiento o con un paisaje. Generalmente es de un solo movimiento y está escrito para orquesta, aunque no necesariamente ha de ser así.


Como ya se ha dicho, los compositores románticos se interesaron por la música del pasado, reviviendo la obra de J.S. Bach, entre otros, lo que animó a muchos músicos a interpretarla o incluso a utilizar sus formas, como hizo Brahms.

Las composiciones vocales religiosas fueron más bien pocas. El género más explotado del periodo fue la misa, y la cantata pasó a tener más un carácter profano.

El papa Pio X propuso el canto llano como “el más perfecto modelo de la música sacra” y se empezó una gran recuperación de toda la música antigua posible.


Incluso en la minoría, la música eclesiástica de este periodo recurrió a lo teatral, a lo grandioso. La misma sensibilidad literaria y artística de la música instrumental favoreció a la expansión del repertorio sagrado. Hubo músicos que querían utilizar los logros del lenguaje moderno para las obras sacras, pero había otros partidarios de las obras antiguas (Bach, Haendel, Palestrina).

En la próxima y ultima entrada sobre los periodos históricos hablaremos sobre la Ópera Romántica (por cuestiones de espacio) y de las Escuelas Nacionales que surgieron en Europa. Por ello, en la siguiente lista de compositores no se incluyen los operistas.

Compositores más importantes del periodo y su mayor obra

Niccolò Paganini (1782-1840): 24 Caprichos y Concierto para Violín No.1
Franz Schubert (1797-1828): Sinfonía No.8 "Inacabada"
Ludwig van Beethoven (1770-1827): Sinfonía No.9 "Coral"
Hector Berlioz (1803-1869): Sinfonía Fantástica & Gran Misa de los Muertos
Johann Strauss (1804-1849): Marcha Radetzky & otras danzas
Felix Mendelsshon (1809-1847): Sueño de una Noche de Verano
Frédéric Chopin (1810-1849): Nocturnos, Preludios y Sonata para Piano "Marcha Fúnebre"
Robert Schumann (1810-1856): Concierto para Piano en A menor
Franz Liszt (1811-1886): Sonata para Piano S.178 & Rapsodias Húngaras
Anton Bruckner (1824-1896): Sinfonía No.8 "Apocaliptica" & 9
Johannes Brahms (1833-1897): Sinfonía No.1 y Réquiem Alemán
Piotr Ilyich Chaikovski (1840-1893): Sinfonía No.6 "Patética", Concierto para Piano No.1 & Ballet El Lago de los Cisnes.
Gustav Mahler (1860-1911): Sinfonía No.5
Richard Strauss (1864-1949): "Así habló Zarathustra"

Fuentes Bibliográficas

Marie-Claire Beltrando-Patier. (1996). Historia de la Música, La música occidental desde la Edad Media hasta nuestros días. España: Espasa Calpe S.A.
John Burrows. (2006) Música Clásica. España: Espasa Calpe S.A.


lunes, 19 de mayo de 2014

La infancia de Iván (Ivanovo detstvo, 1962) de Andrei Tarkovsky



"Es un verdadero milagro. Me sentí conmovido cuando descubrí que todo lo que yo siempre quería contar, pero que no sabía cómo expresarlo, estaba en esta película"

Ingmar Bergman sobre La infancia de Iván


En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, Iván (Nikolai Burlyayev), un niño ruso de apenas 12 años, pierde a todos sus familiares y acaba trabajando para el ejército rojo como espía. Pese a la insistencia de los soldados que lo tutelan, Iván no quiere abandonar el frente para irse a estudiar, pues siente un intenso deseo de venganza y la brutalidad de la guerra se ha convertido en su hábitat natural.


Tras sus trabajos académicos, a Andrei Tarkovsky le surgió la posibilidad de rodar su primer largometraje con La infancia de Iván. Inicialmente, el proyecto debía ser dirigido por Eduard Abalov, pero poco después del inicio del rodaje éste fue cesado y se le ofreció la opción a Tarkovsky de concluirlo. El cineasta ruso aceptó a cambio de poder empezar de nuevo la película, realizar cambios sustanciales en el guión de la misma y disponer de una plena libertad artística. 

Partiendo de esta base, Tarkovsky realizó un filme bello, poético y personal. Un relato profundamente antibelicista que se convirtió en la primera y única ópera prima en ganar el León de Oro del Festival de Venecia. Este galardón es una buena prueba de la excelente recepción internacional de que gozó la película que aquí tratamos. 


El filme narra la historia de Iván, un niño que debido a las penitencias sufridas por la guerra se ha deshumanizado, percibiendo como algo natural la violencia y con unas férreas ganas de venganza. Sutilmente, la película va introduciendo elementos que nos permiten comprender el pensamiento del joven protagonista, influido irremediablemente por el contexto en el que le ha tocado vivir. Como contrapunto, asistimos a los sueños de Iván, oníricas escenas en que el niño recuerda sus últimos momentos con su madre y su hermana.

Tarkovsky utiliza los elementos naturales y el simbolismo para impregnar a su obra de un severo mensaje antibelicista, suplicando, por momentos, que termine esa barbarie y que no vuelva a repetirse jamás. 


La película es cruda y conmovedora, especialmente en el tramo final, en que tras la caída de Berlín se muestran imágenes de carácter documental de los cadáveres de dirigentes Nazis, las cámaras de tortura que estos utilizaban, etc. El trágico y doloroso final refuerza el mensaje acerca de cómo afecta la guerra a las generaciones más jóvenes. Magistral.

A modo de apunte final, decir que La infancia de Iván está basada en un cuento de Vladimir Bogomolov, coguionista del filme. Las imágenes de la devastación de la tierra, la majestuosidad de los bosques rusos o la presencia de Iván corriendo al borde del río son imborrables y anunciaban la llegada de un enorme talento al mundo del cine.