martes, 29 de octubre de 2013

Pusha T; featuring shit and PUSHAlligaTor



Pusha T sacó el pasado 8 de octubre su álbum debut My Name Is My Name (en adelante MNIMN, #NOMónicaNaranjoIsMónicaNaranjo), y tanto para leer esta entrada como para escuchar dicho trabajo es requisito indispensable ver a Marlo ponerle nombre:



Una vez visto podemos empezar. MNIMN es el primer álbum en solitario de Pusha T, no obstante, junto a su hermano Malice (como Clipse) ha publicado 3 referencias de las que me veo obligado a destacar la primera, Lord Willin’ (el vinilo es una preciosidad, y si no que se lo pregunten a Joso).


El debut en solitario de Push tenía pinta de ser candidato al disco del año, se había creado mucho hype, el puto Yeezy ya prometía la luna, y cuando soltó el tracklist me extrañó. 10 de los 12 temas eran feats, no es lo que esperaba al ser el álbum de estudio con el que se presenta oficialmente en solitario. Y por si fuera poco, aparecían artistas como Chris Brown y Kelly Rowland, lo cual era desconcertante. Y ahí radica mi obsesión, las colaboraciones. Los tracks que más me gustan lo hacen por el featuring. Nada tiene que ver lo que me guste con lo que sepa reconocer que es bueno, quiero decir, me gusta mucha música malísima y me disgusta mucha otra de una calidad excelente.

Como disco, MNIMN, es muy bueno aunque hay que querer entenderlo, no es un trabajo con el que te topes de casualidad y al escucharlo sin tener idea alguna te fascine, hay que informarse un poco para saber en qué dirección ha querido enfocarse y cómo debes asimilar lo que vas a oír. Viendo las imágenes que Capricorn Clark cedió a The Fader y que sirvieron de inspiración para el proyecto puede captarse la esencia de ese all black que describe la seriedad característica de Pusha T.


Hemos escogido 3 imágenes del artwork que creemos representativas y que tienen en común las líneas generales del LP, el B/W y el minimalismo.


Comenta Pusha que ‘Ye estuvo implicado en el gran proceso de creación de la portada; Push escogió el título del disco, quería algo simple y personal. Con ese concepto –My Name Is My Name– trabajó Capricorn Clark hasta coincidir con el rapero en que las huellas digitales eran lo más preciso que podían encontrar respecto a la idea referencia. Y es entonces cuando Kanye le da su toque de genio, coge las huellas dactilares y las moderniza, el resultado es un gran código de barras, la huella digital del siglo XXI. Huelga mencionar lo que implica esto respecto a las ideas de (im/)personalidad, categorización, producto, etc.


De la misma manera Mr. West fue el responsable del artwork de Sweet Serenade, éste quería a un animal y escogió al cocodrilo por representar la parte reptil y elegante de la serpiente pero de una forma más ruda y agresiva. El resultado es formidable como podéis apreciar.


En cuanto a Numbers on the boards, la historia no es muy distinta; Kanye le preguntó durante una conversación telefónica a Push cómo iba a vestirse para el videoclip de dicho tema y Terrar le gritó "¡Esto es sobre de drogas y camisetas negras! No se trata de moda", y así fue, ¿artwork? no había cabida para eso.



Pero volviendo al tema que nos ocupa, el neoyorquino es sinónimo del gangsta rap más actual, la crudeza de la calle está presente en la mayor parte –si no toda– de su producción. Por lo que Push se luce entre los sonidos más brutos y sucios. Mi problema aparece cuando me veo disfrutar inmensamente más en temas suaves que en la aspereza que comento. Sé que Numbers on the boards y Nosetalgia –ésta última con Kendrick Lamar– sean, quizá, las mejores canciones del disco pero yo me flipo sobretodo con Kanye, The-Dream y Pharrell en sus respectivas aportaciones en los 3 temas que no he podido quitarme de la cabeza: Kanye –also known as the hip hop's rockstar– usa el autotune como nadie más sabe y me provoca una cierta melancolía hacia el sonido de 808’s & Heartbreak; The-Dream, quien ha sido complemento perfecto para Fabolous (most underrated rapper ever), lo es en esta ocasión para Terrance; y Pharrell, bueno, todo lo que toca Skateboard P se convierte en oro.



La producción del álbum, además, es impecable, un Kanye West omnipresente junto a grandes nombres como Hudson Mohawke, 88-Keys, The-Dream, No ID, Nottz, Don Cannon o Swizz Beatz hacen que te engoriles durante algo más de 45 minutos que dura el LP.

Por último os dejo el link por si algún despistado aún no le ha dedicado el tiempo que merece:





PD: S/O to Future por la música de una calidad discutible que hace (que me flipa) y por haberse prometido con Ciara, en Vox Ultra le envidiamos como todo hombre de bien.

PD2: S/O to Yeezy, Don Cannon o 88-Keys por ese sampleo del A million and one questions de Hova en Numbers on the boards.

PD3: S/O to Pusha T por esa Ric Flair sheeeeit.

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